Energía Solar Fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica es la fuente de energía limpia y renovable por excelencia. Mediante paneles solares, compuestos por una serie de células fotovoltaicas de silicio, se consigue transformar la luz solar que captan en energía eléctrica (de ahí el nombre de fotovoltaica). Estos paneles solares tienen la capacidad de absorber los fotones, que son partículas lumínicas, y los liberan en forma de electrones, lo cual produce una corriente eléctrica.

Tipos de instalaciones fotovoltaicas

En los últimos años, se ha producido un boom de la energía fotovoltaica, que también se ha visto beneficiado por el gran desarrollo de esta tecnología (los paneles solares cada vez producen más energía con menos superficie) y por la reducción de precios de los paneles.

Actualmente, se distinguen dos tipos de instalaciones: las solares fotovoltaicas conectadas a la red y las que no están conectadas. Las primeras producen energía para el consumo dentro del hogar o del negocio y, a la vez, gracias a que la normativa así lo prevé, se conectan con la red de distribución eléctrica de la compañía suministradora, para revertir los excedentes generados y no consumidos a cambio de una compensación económica.

Las instalaciones de energía solar no conectadas son las más habituales, ya que son las que montan los pequeños consumidores domésticos y negocios. Toda la energía que se produce se consume en el punto de instalación sin que se reviertan excedentes a la red, puesto que no está conectada. Los trámites son sencillos y la instalación es fácil y económica, lo que nos permite rápidamente amortizar la inversión vía ahorro energético. Podemos reducir bastante nuestra factura de la luz. Incluso podemos encontrarnos con instalaciones que logran la autosuficiencia energética.

Qué necesitamos para producir energía solar fotovoltaica

Para producir energía solar fotovoltaica necesitamos instalar una serie de equipos que te explicamos a continuación:

Paneles fotovoltaicos

Son los elementos centrales de la instalación. Tendrán más o menos células fotovoltaicas según la potencia que puedan llegar a generar.

Inversor

La corriente que se genera es continua, mientras que la energía que consumimos en nuestros hogares es alterna, de 220 voltios. El inversor se encarga de producir esta transformación para poder aprovechar la energía.

Cuadros de protección

En ellos se sitúan los diferenciales y magnetotérmicos que protegen la instalación frente a posibles cortocircuitos o derivaciones.

Cableado eléctrico

Cableado de gran sección para conectar todos los equipos entre sí y con la acometida de la vivienda para inyectar la corriente que vamos a consumir.

Equipos de medida y control

Son dispositivos electrónicos que nos permiten monitorizar la instalación y saber cuánta energía estamos produciendo, entre otras cosas.

Baterías

La instalación solar fotovoltaica se puede complementar con un conjunto de baterías que nos permiten almacenar energía para poder utilizarla cuando no hay luz solar. Las baterías son habituales en las viviendas aisladas, donde no existe corriente eléctrica convencional, para tener luz cuando sea de noche o cuando esté nublado.

Con la energía solar fotovoltaica, reducimos sensiblemente nuestra factura de la luz y ayudamos al medioambiente. El coste de la inversión se amortiza rápidamente, ya que los paneles solares tienen una gran vida útil, superior a los 25 años.


Energía Solar Fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica es la fuente de energía limpia y renovable por excelencia. Mediante paneles solares, compuestos por una serie de células fotovoltaicas de silicio, se consigue transformar la luz solar que captan en energía eléctrica (de ahí el nombre de fotovoltaica). Estos paneles solares tienen la capacidad de absorber los fotones, que son partículas lumínicas, y los liberan en forma de electrones, lo cual produce una corriente eléctrica.

Tipos de instalaciones fotovoltaicas

En los últimos años, se ha producido un boom de la energía fotovoltaica, que también se ha visto beneficiado por el gran desarrollo de esta tecnología (los paneles solares cada vez producen más energía con menos superficie) y por la reducción de precios de los paneles.

Actualmente, se distinguen dos tipos de instalaciones: las solares fotovoltaicas conectadas a la red y las que no están conectadas. Las primeras producen energía para el consumo dentro del hogar o del negocio y, a la vez, gracias a que la normativa así lo prevé, se conectan con la red de distribución eléctrica de la compañía suministradora, para revertir los excedentes generados y no consumidos a cambio de una compensación económica.

Las instalaciones de energía solar no conectadas son las más habituales, ya que son las que montan los pequeños consumidores domésticos y negocios. Toda la energía que se produce se consume en el punto de instalación sin que se reviertan excedentes a la red, puesto que no está conectada. Los trámites son sencillos y la instalación es fácil y económica, lo que nos permite rápidamente amortizar la inversión vía ahorro energético. Podemos reducir bastante nuestra factura de la luz. Incluso podemos encontrarnos con instalaciones que logran la autosuficiencia energética.

Qué necesitamos para producir energía solar fotovoltaica

Para producir energía solar fotovoltaica necesitamos instalar una serie de equipos que te explicamos a continuación:

Paneles fotovoltaicos

Son los elementos centrales de la instalación. Tendrán más o menos células fotovoltaicas según la potencia que puedan llegar a generar.

Inversor

La corriente que se genera es continua, mientras que la energía que consumimos en nuestros hogares es alterna, de 220 voltios. El inversor se encarga de producir esta transformación para poder aprovechar la energía.

Cuadros de protección

En ellos se sitúan los diferenciales y magnetotérmicos que protegen la instalación frente a posibles cortocircuitos o derivaciones.

Cableado eléctrico

Cableado de gran sección para conectar todos los equipos entre sí y con la acometida de la vivienda para inyectar la corriente que vamos a consumir.

Equipos de medida y control

Son dispositivos electrónicos que nos permiten monitorizar la instalación y saber cuánta energía estamos produciendo, entre otras cosas.

Baterías

La instalación solar fotovoltaica se puede complementar con un conjunto de baterías que nos permiten almacenar energía para poder utilizarla cuando no hay luz solar. Las baterías son habituales en las viviendas aisladas, donde no existe corriente eléctrica convencional, para tener luz cuando sea de noche o cuando esté nublado.

Con la energía solar fotovoltaica, reducimos sensiblemente nuestra factura de la luz y ayudamos al medioambiente. El coste de la inversión se amortiza rápidamente, ya que los paneles solares tienen una gran vida útil, superior a los 25 años.